lunes, 22 de febrero de 2016

Matarse legalmente en un ULM

Cuando la semana pasada se publicó este informe de la CIAIAC nos acordamos de un comentario que hace años (muchos, demasiados) nos hizo un compañero cuando recibió su flamante licencia de piloto de ultraligero pendular (ULM): ¡Ahora me puedo matar legalmente en un avión de ala fija!


Y es que no tiene sentido y va hasta contra natura que, hasta mayo de 2015 fecha de entrada en vigor del último parcheo de la normativa del ULM, un piloto que se examinara en aeronave pendular (DCG) o autogiro (AG) recibiera "de regalo" la habilitación de ala fija (MAF). O, lo que viene a ser lo mismo, también había pilotos con habilitación DCG o MAF que volaban sin más un autogiro o un helicóptero (H) ya que, al no existir la habilitación AG o H, estaban legalmente habilitados para volar en ese tipo de aeronave. Estaban legalmente autorizados para tener un accidente, que se veía venir a poco que abrieras los ojos, a causa de una falla latente del sistema: la normativa.

Es más. Cuando nuestro compañero, escandalizado porque es una persona cabal, comentó el tema en la AESA (entonces aún la DGAC) le dijeron simplemente que se callara, que era mejor para él porque así tenía dos habilitaciones por el precio de una. De auténtica república bananera.


Pero lo malo es que siempre hay alguien que tiene el poco sentido común de volar en esas condiciones y con una alta probabilidad de hacerse mucho daño a sí mismos y, lo que es peor, a terceros; los pasajeros que, confiados en que la administración supervisa adecuadamente la actividad, tenían fe ciega en lo que ponía la licencia de su piloto: que estaba habilitado para pilotar una aeronave para la que, en demasiadas ocasiones, no había recibido la instrucción adecuada.

Lo cierto es que el administrador no debía ser muy consciente (o si lo era nos hace volver a pensar en el tipo de administración que tenemos) de que la gente podía matarse, algo que de hecho estaba y está ocurriendo, porque la escasa cultura aeronáutica del piloto de ULM medio hace que en algún caso no alcance a entender que, por mucho que en su licencia hayan anotado una habilitación para la que no se ha preparado adecuadamente, no es razonable ni bueno para su salud hacer uso de ella.

Así que se produjeron accidentes por esta causa, muchos, cosa que hasta ahora la CIAIAC no ha sacado a la luz, éso si, haciendo gala de que la AESA "ya corrigió el problema de fondo" con la normativa que entró en vigor en mayo del 2015 y obviando, o ni ocurriéndosele, que quedan otras muchas fallas latentes en esa misma normativa que en buena medida es la causa fundamental de que tengamos el índice de siniestralidad más alto de Europa. Otra vez escandaliza la falta de recomendaciones en ese sentido del informe, que parece seguir la máxima de que entre bomberos no hay que pisarse la manguera.


Ni una triste recomendación de seguridad, ni una llamada de atención a otros factores que pueden hacer que se repita la misma cadena del accidente, como la existencia de pilotos que siguen estando habilitados para volar en aeronaves en las que nunca fueron adecuadamente instruidos, pilotos que obtuvieron como el fallecido su licencia con una habilitación "de regalo" y aún la conservan.

Y dirán desde la AESA en su defensa que "para que incluyeran esas habilitaciones en el nuevo formato de licencia tenían que presentar un certificado de experiencia de 20 horas en el tipo" sin tener en cuenta que cada cual se certifica sus horas a si mismo desde hace casi un año y que, en cualquier caso, es muy sencillo comprar (si, comprar) un certificado de x horas en ciertos lugares. Sumemos a estos datos la prácticamente nula función inspectora de la AESA (salvo en las actividades de escuela) y tendremos el pastel servido.

En definitiva, que la solución al problema pasa por elevar la cultura aeronáutica de los pilotos recreativos españoles para evitar estos supuestos pero, lamentablemente es una tarea que ocupará toda una generación si algún día nos ponemos a ello. Entre tanto, como no se implementen verificaciones de competencia o algo similar, no le vemos solución al problema porque la renovación de licencias siguiendo unos criterios puramente administrativos, como se hace actualmente, es un engañabobos y tiene su precio en accidentes y vidas.



martes, 16 de febrero de 2016

¡Que vienen los drones!

La semana pasada nos levantamos con esta noticia, que igual no es la primera de un hecho similar pero que se ha hecho esperar bastante y esperemos que no degenere una alerta mediática que perjudique, una vez más, a los operadores de RPAS, aeromodelistas y ciudadanos serios y formales, que los hay.

Por lo pronto ya se está usando la noticia como argumento por algún controlador exaltado para intentar prohibir en "su" CTR el vuelo de aeromodelos... como si los CTRs españoles fueran pequeñitos y el espacio aéreo no fuera un bien escaso y de dominio público.


El tema es que en ese término de moda (DRONE) se viene metiendo indiscriminadamente todo lo que vuela por control remoto, los juguetes, los RPAS y los aeromodelos, cada cual con sus requisitos y limitaciones. De manera que a menos que hurguemos en la noticia nunca sabremos si se trataba de:
  • Caso A: una persona que había comprado un juguete en una tienda y lo volaba sin mayor preocupación para pasar el rato.
  • Caso B: un deportista federado que practicaba con su aeromodelo, con un reglamento que cumplir para evitar esta situación y un seguro de responsabilidad civil (RC) asociado a su tarjeta federativa por si el marco del reglamento, y el sentido común, no es suficiente para impedir el accidente.
  • Caso C: un operador aéreo registrado en la AESA que utilizaba su RPAS (sistema aéreo remotamente tripulado) para un trabajo aéreo, contando con al menos dos certificados (uno de conocimientos teóricos y otro de los prácticos), un manual de operaciones, un estudio de seguridad, un seguro de RC y todos los perejiles necesarios que la actual normativa impone para realizar su trabajo, que no son pocos.
En cualquiera de los casos la noticia no debería haberlo sido si no fuera por la creciente alerta mediática que se está despertando por el peligro que suponen los drones, o quizá debiéramos decir las personas que los manejan porque, tanto o más peligroso puede ser un coche en malas manos y se venden, como los drones, por millones y sin mayor control. Pero claro, este riesgo ya lo tenemos interiorizado, no es novedad.


Accidentes los hay todos los días y con los drones no será una excepción. Si bien ya hasta IATA está haciendo campaña ante los peligros de la burbuja.dron y la falta de eficacia de las autoridades aeronaúticas para controlar el crecimiento exponencial que tiene el sector, tanto en su vertiente profesional como en la recreativa.

El problema, si exceptuamos el mal uso intencionado (eso es delincuencia y la herramienta para hacer daño puede ser un drone, una piedra, un cuchillo, un coche...), radica en las sociedades como la nuestra que carecen de cultura aeronáutica y desconocen el daño que se puede producir con uno de estos juguetes mal utilizados.

Y la solución no es reprimir y prohibir, como hemos escuchado ya en demasiados foros, sino prevenir, educar e informar. Dejemos la represión y el castigo para los que hacen un uso malintencionado de su juguete o aeromodelo o RPAS.


Aunque claro, quizá nuestra administración debió haber empezado hace años a educar en seguridad y no haberse dejado tomar la delantera por la evolución del sector para luego improvisar normativas infumables y procesos burocráticos carentes de toda garantía.

Algo parecido ha ocurrido en otros segmentos de la aviación recreativa, no es ninguna novedad, pero sí una verdadera lástima que estemos siempre improvisando y poniendo parches en vez de planificando, previniendo y gestionando el futuro de nuestros cielos y la seguridad de los que andan por el suelo.



martes, 9 de febrero de 2016

NOTAM: Cuidado con la aseguradora ALLIANZ

Lamentamos tener que advertir sobre este tema a nuestros clientes y a los lectores de nuestro blog, pero el asunto es de una gravedad inoportuna ahora que toca renovar seguros a buena parte del parque aeronáutico español con MTOM<600 kilos. Pero sobre todo será grave e inoportuno para quien haya tenido un accidente y lo último que espere es que su aseguradora "de confianza" le genere problemas en vez de resolvérselos.


Ya advertíamos en varias entradas de nuestro blog, como ésta última por ejemplo, que desde 2014 las aseguradoras habían restringido notablemente las condiciones de nuestras pólizas aeronáuticas, especialmente por lo que se refiere a las coberturas del seguro de daños propios del piloto (de ser ilimitado en sus gastos médicos durante el primer año a alcanzar solo 55.000 € en la oferta básica, la que casi todos contratan) y de Responsabilidad Civil (de cubrir más de 1.000.000 € de forma combinada, al pasajero o a terceros de forma indistinta, a cubrir solo 250.000 €, el mínimo legal, al pasajero).

Además, el trato y la gestión en caso de siniestro volvía a ser laberíntico, demorando todo lo posible la tramitación y los pagos, y complicando la vida a un asegurado que, en esos trances, lo que menos le apetece es que le compliquen la vida.

Pero la última gota (la que ha colmado el vaso) ha sido la comunicación recibida la pasada semana, formal y por escrito, por un pasajero aún convaleciente a los ocho meses de sufrir un accidente y cuando aún le quedan muchas operaciones y tratamiento médico para recuperarse (aunque seguro que le quedarán secuelas): en ALLIANZ no cubrirán sus daños por más de 100.000 DEG (al cambio unos 125.000 €), aunque en el certificado de seguro firmaran una cantidad garantizada de 250.000 DEG (más de 300.000 €).

Resumiendo y para que toméis conciencia de lo que os puede pasar si contratáis un seguro de responsabilidad civil (RC obligatoria) con ALLIANZ.

Se desentienden de vuestro pasajero en el momento en que prevean que los gastos médicos y la indemnización por secuelas sobrepasarán los 125.000 €; cosa bastante fácil si, como ha sido el caso en el que hemos intervenido, tu pasajero ha sido evacuado en helicóptero (de 3 a 6.000 € de factura), atendido durante semanas en la UCI (a unos 1.200 € diarios), ingresado durante meses en el hospital (a unos 250 € diarios) y sometido a un número de pruebas, cirugías y tratamientos médicos importantes (este valor se puede disparar mucho más allá de lo imaginable).


Además, si quedan secuelas al pasajero/víctima, no hay que descartar que le corresponderá una sustanciosa indemnización que, en el caso que nos ocupa, rondará bastantes decenas de miles de euros a pagar por la aseguradora en nombre del asegurado.

Así que, la única salida que le quedará a tu pasajero, ése que tu pensabas que iba bien cubierto en caso de accidente y al que ahora ALLIANZ le ofrece liquidar por 125.000 € cuando su cuenta de gastos médicos ya excede esa cifra, será demandarte y complicarte la vida porque tu aseguradora ha decidido incumplir unilateralmente aquel contrato que firmaste y pagaste religiosamente para estos casos.

En esta vida todo puede fallar... menos tu seguro.

Veremos como acaba el tema y si conseguimos que las cosas vuelvan a su sitio pero, mientras no haya otra postura por parte de ALLIANZ, que honre su publicidad y que estaremos felices de contaros, pensad muy bien lo que contratáis y con quien lo contratáis.



viernes, 5 de febrero de 2016

Fraseología aeronáutica del mes

Una vez más os recopilamos las entradas de "Fraseología" Aeronáutica de nuestro perfil en Facebook en el último mes. A disfrutarlas, eso si, sin la imagen o el vídeo que les asociamos (y que a veces le da sentido), cosa que solo podréis ver en la entrada original.


Incluso los pilotos que vuelan a diario necesitan reentrenamiento y practicar las emergencias, ya que es lo que no ocurre a diario lo que intentará darte la sorpresa.

Volar un patín de cola con zapatos de suela lisa es una garantía para hacer un bonito trompo.

Cuanto peor es la meteorología mayor es la urgencia que nos entra por volver a casa.

A pesar de lo que digan los pilotos de caza, es mejor volver abochornado que muerto.

Los pequeños fallos que pospones en su reparación en tu base se convertirán en grandes fallos en el aeródromo más lejano posible.

Un problema mecánico intermitente perdurará hasta que tengas dinero suficiente para cambiar el sistema que falla en su totalidad.

La mayor parte de las colisiones (o casi) en el aire se producen de día, cerca de un aeródromo y por debajo de 3000 AGL. Aplica en esas condiciones, más que nunca, la primera regla del VFR: ver y evitar.

Despegar con un sistema redundante fuera de servicio, como una de las magnetos por ejemplo, es garantía de que durante el transcurso del vuelo el de respaldo fallará.

Todos los posters que se pueden ver en las oficinas de operaciones de cualquier base aérea militar están en lo cierto: no hay ningún motivo para atravesar una tormenta en tiempo de paz.

Los científicos sueñan con hacer grandes cosas; los ingenieros las hacen.

Meter motor e irse al aire durante una aproximación nunca será señal de incompetencia en un piloto... a menos que esté a punto de quedarse sin combustible.

La correcta gestión de la energía es la clave de un buen aterrizaje, pero recuerda: siempre será mejor salirse por el final de la pista a 25 kph que quedarse corto y estrellarse a la velocidad de aterrizaje.

Hasta el avión más lento tiene suficiente velocidad para matarte, por éso hay que tener el mismo respeto por el entrenador más sencillo que por el caza más avanzado.

Poner una alta potencia en el motor durante los tráficos de aeródromo innecesariamente hace mucho más ruido del que piensas y cabrea a mucha más gente de la que puedes imaginar; gente que luego decidirá sobre si tu aeródromo permanece abierto o no.

Siempre fue mejor darse la vuelta demasiado pronto que demasiado tarde.

No nos gustan las sorpresas en este negocio, porque las sorpresas matan gente.

Si quieres volar tienes que deshacerte de toda esa mierda que te lastra. (Toni Morrison)

No matamos todavía a suficientes personas en la aviación como para que merezca la pena cambiar las normas. (Deborah Hersman, expresidenta de la NTSB)

Los mares calmos no hacen marinos habilidosos.

Hemos sido instruidos por el Gobierno de su Majestad del Reino Unido para advertirles que si no contestan serán derribados. (Dicho por la radio durante una interceptación aérea)

No pilotábamos todos aquellos aviones. Los llevábamos puestos. (Chuck Yeager)

Cuidado con la estela turbulenta; no hace falta que el precedente sea un Jumbo.


El próximo mes, cada día, más "Fraseología" aeronáutica, humor (los viernes) o pinups (los jueves) en: https://www.facebook.com/tickettofly.es