lunes, 29 de septiembre de 2014

Uso obligatorio del inglés en la radio

La semana pasada leíamos en la web de APROCTA ésto, que no es novedad aunque si un nuevo intento de imponer lo que ya fuera rechazado de forma contundente en marzo de 2013.

Fue a principios de 2013 cuando uno de nuestros compañeros en la consultoría, que entonces ejercía como representante de “los visuales” en varios foros de discusión de la administración, nos comentó con preocupación una conversación que había tenido, extraoficialmente, con un alto responsable de AENA sobre tal posibilidad.

Para ilustrar esta entrada no se nos ocurre nada más gráficamente relevante que las fichas de identificación de riesgos valoradas en marzo de 2013 en aquella reunión convocada en AENA.

Unas semanas más tarde la cosa se iba definiendo como una “orden dada desde arriba”, si bien no se veía nada clara la motivación técnica que, como sabemos, muchas veces es contrapuesta a la motivación política.

Así que, a modo de globos sonda, durante los siguientes meses se mantuvieron varias reuniones de tanteo con distintos representantes sectoriales por separado para “tratar de convencerles” de la bondad de una propuesta que, dicho sea de paso, venía de las más altas instancias de la AESA, que todos sabemos que se encuentran sometidas a la voluntad política del Ministerio de Fomento.


Finalmente, y pese a que en todos los tanteos se llegaba a la misma conclusión (que no estaba la cosa en España para hacer hablar a todo el mundo en inglés por la radio -recreativos incluidos- ni se consideraba que aumentara en modo alguno la seguridad, sino más bien todo lo contrario), se convocó a todos los representantes sectoriales a una mesa de discusión sobre el tema en la sede de AENA y en presencia de un representante de EUROCONTROL.


Y la sorpresa fue mayúscula.

La supuesta mesa de discusión era en realidad una sesión de identificación de riesgos para la implantación de la medida, que es el primer paso del estudio aeronáutico de seguridad necesario para una modificación normativa, cosa que dejó patidifusos a los asistentes que, con muy buen criterio y por unanimidad, rechazaron la propuesta tras 4 horas de reunión... en inglés.


La cara del representante de EUROCONTROL no tenía precio. Era el único que sabía a lo que realmente iba (además de los representantes de AENA y la AESA) y alucinaba con la encerrona que la administración había promovido.



En aquel momento todos se preguntaban, ¿por qué? ¿para qué quiere la AESA prescindir del español en España, siendo además uno de los cinco idiomas oficiales de la OACI?

El tiempo nos ha ido dando pistas bastante claras y nos invitan a pensar, por la insistencia, que la motivación oculta (política, que no técnica) se encuentra aún en pleno vigor.


Durante la Festa al Cel de 2011, un par de años antes de estos acontecimientos, el mismo compañero que fue testigo de estos hechos tuvo la oportunidad de cenar con un grupo de controladores, entre los que se encontraba uno de nacionalidad inglesa que hacía prácticas para prestar servicio en una de las primeras “torres liberalizadas”, que en la península han ido pasando de ser gestionadas por AENA a serlo por FerroNATS.

Durante la cena percibió dos cosas: el nivel 4 de competencia lingüística en español, nivel mínimo obligatorio para ejercer sus funciones en España, del controlador de nacionalidad inglesa que hacía prácticas en la torre de Sabadell (una de las primeras en pasar a FerroNATS) dejaba mucho, pero mucho, que desear. Y además era evidente que, aunque el trato de sus colegas españoles era cortés, lo veían como un enemigo a las puertas.


Más tarde, con la perspectiva que da el tiempo y entendiendo el por qué del ambiente tensionado que desembocó en el cierre del espacio aéreo durante el conflicto entre el gobierno y los controladores, se fue comprendiendo que ésto no había sido más que otra maniobra de pinza contra los controladores españoles: si se elimina el requisito de hablar un español “inteligible” (un nivel 4) en frecuencia se podría acelerar la expansión de FerroNATS, la sustitución de controladores incómodos (los españoles) de sus puestos y la privatización de otra "joya de la corona" como ha sido el grupo AENA (hoy AENA+ENAIRE).

Así que, una vez más, el fomento de la seguridad de vuelo se usaba como excusa para intereses que poco o nada tienen que ver con ella.


El uso del inglés en frecuencia como idioma único solo interesa a FerroNATS (y a SAERCO) y a aquellos que sacarán provecho de privatizar torres de control y enajenar infraestructuras públicas rentables porque, éso del agujero de AENA de ayer hoy presentando beneficios millonarios, huele a ingeniería contable (los números, que son muy sufridos y hay muchas formas de hacerlos según convenga).

Necesitan eliminar el dominio de facto en el gremio del control de los incómodos controladores de AENA (casi todos unidos como un puño y asociados a USCA), que no es que sean unos santos (su pecado y penitencia ya llevan a cuestas) pero tampoco son el mismísimo diablo, como se les retrató cuando interesó.

En definitiva, que en Francia hace años trataron también de imponer el inglés como idioma único en frecuencia y, solo un mes después de hacerlo, evaluaron los beneficios conseguidos para con la seguridad de vuelo (exclusivamente) y siguieron permitiendo a los franceses hablar en francés por la radio en su propio país.




Actualización 03102014: Unos colectivos son más dóciles que otros.






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