En la última entrada tocábamos de pasada el tema de los códigos Q en la aviación, refiriéndonos a la
Altimetría, y algún que otro lector nos ha pedido que contemos más sobre el tema porque, si, hay más códigos Q.
El Código Q es algo tan viejo como las telecomunicaciones (con o sin hilo), aunque fue oficialmente aprobado a nivel internacional en 1959
en Ginebra, y se correspondía inicialmente con la necesidad de
abreviar lo que se trasmitía a base de puntos y rayas, o sea, en
Morse. Luego también fue adoptado para los mensajes hablados, ya que permite
abreviar cosas que se preguntan a menudo ocupando así durante menos
tiempo la frecuencia.
Tienes más cartelería sobre seguridad de vuelo aquí.
Para los que quieran saber un poco más
de este código aquí tienen un buen resumen. Pero vamos a lo que
interesa a los que vuelan: los códigos Q más usuales en aviación.
Hay dos usos principales en la
aplicación del código Q en aviación: la altimetría y el servicio
de gonio. Lo de la altimetría es algo
archiconocido por cualquier piloto competente y se resume en el
siguiente cuadro.
Pero lo del gonio, ¿qué narices es el
gonio?, se preguntarán los más jovencitos.
Goniómetro transportado en furgón, en 1927, para localizar emisiones no autorizadas.
El radiogoniómetro es un sistema que solía haber en las torres de control capaz de detectar la dirección de una señal de radio. Y decimos solía haber
porque se han ido desmantelando poco a poco y quedan de pocos a
ninguno, ya que han sido desbancados por las mejoras en la radionavegación
(NDB, VOR, GPS...) y la generalización del uso de "el gran chivato": el transpondedor. Pero en los
viejos tiempos era una forma eficaz de reorientar a un piloto que se había
perdido y aún podía hablar con una torre de control.
Antena y consola de radiogoniómetro.
Asociado al procedimiento de gonio
había una serie de códigos Q como son el QTE (rumbo geográfico
desde la estación que presta el servicio de gonio), QUJ (lo mismo
que lo anterior pero hacia la estación), QDL (marcaciones de rumbo a
intervalos regulares) y, las más conocidas, el Q “de morro” y el
Q “de rabo”.
QDM y QDR, Q de morro y de rabo respectivamente,
eran las marcaciones más útiles cuando recibías un servicio de gonio ya que te facilitaban el rumbo magnético (recordemos que antaño se
volaba básicamente con una brújula) que debías poner para acercamiento (con el morro hacia la torre) o alejamiento (con el
rabo/cola hacia la torre) respecto a la estación que ayudaba con su goniómetro a la
aeronave que se había extraviado.
Era tan sencillo como pedir "servicio de gonio" y, a la señal del controlador, trasmitir unos segundos para que pudiera mirar en qué radial de su posición te situaba el radiogoniómetro. Con un par de marcaciones de este tipo ya podía incluso triangular tu posición y decirte exactamente donde estabas.
Otros códigos Q que eran usuales, y han
caído en el olvido o son utilizados en temas muy específicos, son
QGE (para dar una distancia), QGH (para avisar de un descenso controlado entre nubes), QTF (para dar una posición
en latitud/longitud o respecto a un fijo), QFU (dando el rumbo magnético de una pista) o QMS (citando la prolongación del eje de una pista en las áreas de
aproximación).
Y hoy, sobre todo en aviación militar, todo ésto de "abreviar por la radio" ha evolucionado hacia la brevedad y precisión de las comunicaciones tácticas, que tienen por máximo exponente los brevity codes y son algo que contaremos en otra batallita. Así que... knock it off ;-)
excelente publicacion gracias
ResponderEliminar