jueves, 2 de noviembre de 2017

Blasfemia aeronáutica

Para los que se toman a pecho la religión, la blasfemia suele ser un pecado de los gordos. Así mismo, para los que se toman en serio la seguridad operacional, usar el nombre de la SAFETY en vano equivale a una blasfemia que, además, es contraproducente cuando se trata de fomentar la cultura de la seguridad en nuestra sociedad.

La safety, o seguridad operacional, es el equivalente a un dogma de fe entre la comunidad aeronáutica; un alto valor a proteger que cuando se descuida se cobra su precio en vidas. Pero hay una tendencia nueva y peligrosa en nuestra comunidad aeronáutica, sobre todo a nivel de la administración y los gestores públicos, de usar la safety como excusa cuando no se tienen argumentos o no apetece currarse el reto que se les plantea.

Antes "la excusa" solía ser echar la culpa al estamento militar. La socorrida frase de "éso lo prohíben los militares" ha sido la forma más habitual en nuestra administración pública para evadir responsabilidades y evitar replantearse cosas absurdas que han permanecido tal cual durante décadas gracias al temeroso respeto que nuestra sociedad, con una dictadura aún fresca en su memoria, tenía al estamento militar y las consecuencias de llevarle la contraria.

Desde hace al menos 25 años, el miedo a lo militar ya no es lo que era.

Pero de un par de décadas a esta parte esa percepción/miedo hacia lo militar ha ido desapareciendo gracias a la apertura de ese estamento a la sociedad civil con un mensaje claro: están para servir y gestionar lo mejor posible los recursos que el pueblo pone en sus manos para su defensa.

Y no solo lo han aplicado de boquilla, también lo han aplicado en sus vidas y relaciones con la sociedad civil, por ejemplo aplicando los primeros y de forma ejemplar conceptos como el Uso Flexible del Espacio Aéreo, por el que cuando no necesitan un determinado volumen reservado para su actividad lo liberan sin mayor problema para el uso civil o, por poner otro ejemplo, autorizando con agilidad "interferencias" civiles con sus instalaciones mediante acuerdos específicos para actividades recreativas o trabajos aéreos.

Así que, una vez eliminada "la excusa" que tenía la administración pública con los militares para vetar sin argumentar, se han tenido que buscar otro coco que dé miedo y, lamentablemente, se ha empezado a utilizar el nombre de la safety en vano: cuando no hay argumentos para flexibilizar algo se dice que no se puede hacer "por seguridad" y listos.

Lo malo es que, a veces, pillan al interlocutor con la guardia baja (como suele ocurrir con los aficionados cuando acuden a lidiar con sus problemas sin conocimientos específicos ni asistencia de expertos) y éso evidencia dos de los problemas en nuestro imperfecto sistema.

https://youtu.be/y2Jw6SpRAUk

El primero es que deja patente la falta de cultura de servicio de algunos de nuestros responsables administrativos, que prefieren no mover nada y dejar las cosas como están antes que remangarse y ponerse a hacer lo que se supone que deben hacer, que es trabajar para facilitar la vida al administrado y no complicarla con requisitos burocráticos e impedimentos absurdos que nos anclan en el pasado.

El segundo es que se hace un flaco favor a la seguridad operacional cuando se utiliza como mera excusa, generando de esa manera fallas en el sistema y la normativa de las que son más difíciles de detectar y evitar: las fallas latentes.

Esperemos que aquellos funcionarios que son buenos creyentes y practican el culto a la safety sepan reconducir la situación y poner en su sitio a aquellos otros funcionarios herejes que, por su comodidad o limitadas capacidades, vienen usando cada vez más el concepto de safety en vano.

https://www.youtube.com/watch?v=lOljvZqBZKs&feature=youtu.be&t=31s
Si la safety es vuestro dios tened cuidao con la ira divina, pecadores, no vaya a ser que se vuelva contra vosotros.




No hay comentarios:

Publicar un comentario