jueves, 14 de enero de 2016

El factor humano, principal causa de los accidentes recreativos

El pasado mes de diciembre comentábamos un informe de la CIAIAC en el que se pedía ayuda para difundir los peligros de una mala práctica (modificaciones no autorizadas) bastante frecuente en la Aviación General, sobre todo, en su vertiente ultraligera.


También comentábamos un mes antes que, si bien hay otros factores que pueden favorecer los accidentes, es el factor humano y en especial la entrada en pérdida a baja altura el que más accidentes produce.

Ayer la NTSB, ya sabéis, el organismo homólogo a nuestra CIAIAC en USA, emitía esta nota informativa haciendo hincapié en esa misma conclusión, a la que ellos llegan no solo por pura intuición como hacíamos nosotros a falta de buena estadística sobre la siniestralidad española sino basándose en su propia estadística sobre los accidentes que investigan; porque en USA se investigan con gran calidad los accidentes de la aviación recreativa.

Está claro que la mayor parte de los accidentes (se calcula que en torno al 75% o más) tienen como causa principal el factor humano. Pero la estadística de la NTSB de los años 2008 a 2014 concreta que el 47% de los que se han sufrido en aviación recreativa se han producido por una pérdida de control de la aeronave que reside en causas tales como falta de competencia a los mandos, falta de reentrenamiento, exceso de confianza, falta de preparación del vuelo, errores de juicio basados en falta de conocimientos básicos y, como no, la siempre presente entrada en pérdida y la falta de pericia en su reconocimiento y recuperación.

En fin, que se puede decir más alto pero no más claro y la NTSB, al contrario que la CIAIAC, si que ha publicado una serie de recomendaciones para difundir el hecho entre el colectivo afectado:

  • Es preciso prepararse para reconocer la entrada en pérdida y estar capacitado para recuperarla en todas las configuraciones posibles; no solo en vuelo recto y nivelado sino también en viraje, ascenso o descenso, con motor o sin motor, con el avión limpio o sucio, cargado o descargado, etc.
  • Hay que ser honesto con uno mismo y reconocer si se domina todo lo anterior y, si no es así, poner remedio cuanto antes refrescando conocimientos y capacidades con un instructor cualificado.
  • Dejemos de ser impulsivos en la aviación recreativa y utilicemos herramientas de evaluación del riesgo a la hora de planificar los vuelos, algo que ya comentábamos en su día en este blog cuando hablábamos de las FRATs.
  • Hay que gestionar adecuadamente las distracciones durante el vuelo, algo que también comentamos en su día en entradas sobre las comunicaciones a bordo, el uso del GPS y demás gadgets.
  • Es importante recibir una adaptación adecuada a la aeronave que se vuela y dejar de dar por buenas las "sueltas" dadas por personal inexperto tras uno o dos vuelos en un día de calma chicha, ya que no te permiten dominar toda la envolvente de vuelo de tu avión.

No es mal momento para dedicar un poco más de tiempo a estos temas en la estación del año en que nos encontramos, en la que podemos centrarnos en la formación continua y reciclaje porque no vamos a poder viajar mucho con la meteo revuelta y los días cortos. A ver si así somos capaces de abandonar la tendencia genérica del piloto recreativo de no volver a formarse una vez obtenida la licencia y aprendemos cosas nuevas o refrescamos las que vamos olvidando.

Como nos encontramos a primeros de año y es la fecha en que se suelen hacer los buenos propósitos y cambios de costumbres para mejorar, aunque solo sea por éso, aplicad estos consejos que nos ofrece la NTSB.




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