miércoles, 10 de septiembre de 2014

Volar con todas las comodidades del hogar

Eso es lo que debió tener en mente National Geographic cuando se propuso, inspirados en el película "UP", hacer volar una casa.


La cosa es que hace ya algunos años, con la ayuda de 300 globos meteorológicos, consiguieron hacer volar, durante 1 hora y hasta una altitud de 10.000 pies, toda una casa de madera y a su inquilino. Eso si, con poco mobiliario.

Y el inquilino, un tal Jonathan R. Trappe, no es cualquier loco ya que se trata de un estadounidense (como no) que ya tiene cierta experiencia en globos atípicos. Pero lo que más nos ha llamado la atención es que la casa-globo está matriculada.



En realidad se trata de una matrícula de aeronave experimental (con su certificado de aeronavegabilidad incluido) que permite variar la "carga de pago" y con la que su propietario ofrece un servicio espectacular para eventos allá donde se le contrate.



Y mientras saltábamos de enlace en enlace averiguando más cosas de la fotografía de la "casa volante" con la que tropezamos surfeando en Inet, solo se nos ocurría pensar en el infarto que le hubiera dado a alguien en nuestra amada AESA si un español se hubiera presentado pidiendo matricular algo parecido. ¿Os lo podéis imaginar?

Bueno, mientras imagináis la cara de pasmo del funcionario de turno, os dejamos con el documental de National Geographic en el que se explica cómo hicieron realidad la fantasía de Disney.







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