domingo, 15 de junio de 2014

Un certificado médico válido: la proporcionalidad y el sentido común en la regulación

Esta semana nos llamaba la atención un artículo en uno de los boletines de noticias a los que estamos suscritos en la consultoría, pues coincidía en temática con una consulta que nos hacía recientemente un piloto extranjero (USA) que quería volar en España “lo más parecido a un avión LSA americano”, porque se ha jubilado en nuestra Costa del Sol tras toda su vida volando como profesional.

En particular nuestro cliente tiene en mente adquirir un Evektor EuroStar para volarlo como ultraligero (ULM), cambiando las puestas de sol a las que estaba acostumbrado por otras menos aeronáuticas pero igualmente placenteras.


La primera parte de la consulta (¿dónde lo tengo que matricular?) fue sencilla de contestar ya que hace poco contestábamos genéricamente a esta pregunta frecuente con una entrada en este blog que aún recordaréis: Volar en España con matrículas extranjeras.

Pero en el fondo de la cuestión, que es lo que le preocupaba, estaban los requisitos médicos que, en la UE y especialmente en España, resultan ser excesivos según para qué si los comparamos con otros países aeronáuticamente más evolucionados como UK, Francia o su país de origen, USA.

Por ejemplo, la necesidad del certificado médico Clase 2 (C2) para hacer vuelos recreativos en ultraligero con licencia española, es algo que a nuestro cliente le preocupa hasta el punto de plantearse cambiar su lugar de residencia a la costa de Francia, puesto que ha perdido su certificado médico Clase 1 y prevé que también pierda el C2 en poco tiempo si evoluciona una dolencia que tiene que, de cualquier manera, le permitiría seguir renovando su licencia de conducción sin problemas y, por ello, seguir volando LSAs en USA o ULMs en Francia (pero no ULMs españoles) dado que, en USA, este requisito médico se cubre mientras pases la revisión médica obligatoria para seguir conduciendo coches y en Francia solo tienes que pasar un reconocimiento inicial al emitir tu brevet.


Y es que son muchas las razones que hacen pensar que la exigencia de un C2 es un exceso en el ámbito recreativo. La principal es que nadie ha demostrado aún que la posesión del dicho certificado en vigor haya evitado ningún accidente sino más bien lo contrario, ya que se ha dado el caso de un infarto en vuelo a un piloto de ULM con su C2 recién renovado.

Así que, como decía la abuela, algunos están empezando a pensar mal ¿y acertarán?

Hace pocos días se celebraba el congreso anual de la AMA en los USA donde médicos se reunían y debatían, entre otros temas, sobre las intenciones de su autoridad nacional (FAA) de validar los requisitos médicos de la licencia de conducción en otras categorías de la aviación recreativa, vistos los resultados saludables de la aplicación de este criterio en la licencia Sport Pilot, la que te permite volar los LSA.


El debate tuvo momentos de auténtica gresca cuando se vio claramente, sobre todo para AMEs (médicos examinadores aeronáuticos) presentes en el congreso que también son pilotos y saben bien de lo que hablan, que la recomendación de esa asociación oponiéndose a tal innovación normativa, que facilitaría la prolongación de la actividad como pilotos recreativos de una población sana pero cada vez más envejecida e inútil en muchos casos si se siguen los criterios de un C2, tenía un puro interés económico en el lobby de los que emiten esos certificados: los AME.

Y así es la vida. El sentido común y la proporcionalidad quedan en segundo plano cuando un grupo de presión sin escrúpulos ve peligrar sus intereses económicos y actúa ante las administraciones.


De todas formas en USA tienen suerte.

Las principales asociaciones del sector de la aviación recreativa (AOPA, GAMA y EAA) ya han puesto el grito en el cielo y su maquinaria "lobbística" a trabajar. Los medios ya hablan de “Shame on the AMA” (Vergüenza en la Asociación de Médicos de América).

Ahora le toca mover ficha a la FAA, y recordemos que lo que hace la FAA tarde o temprano se termina replicando en el resto del mundo, aunque también esta institución ha tenido sus momentos de “shame”, como cuando retiró a Bob Hoover, el "Piloto de pilotos", su licencia de vuelo por cuestiones médicas (el dichoso C2 de nuevo) y éste tuvo que sacarse la licencia australiana (menos restrictiva con las limitaciones médicas) para seguir volando.


Luego la FAA se reposicionó y volvió a concederle licencia cuando Bob resolvió una emergencia en vuelo que a otros pilotos, teóricamente más sanos y médicamente aptos, hubiera costado posiblemente un buen disgusto, si no la vida.

Pero ésa es otra historia que igual algún día os contaremos como culturilla aeronáutica que es, aunque hoy mismo la "Fraseología aeronáutica" en nuestro perfil de Facebook lo tenía como protagonista.

Bob Hoover, Piloto de pilotos



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